Cancillería suspendió la misión del sector foresto industrial a Finlandia y otros países
El canciller Héctor Timerman suspendió la misión a Finlandia, Suecia y Noruega, luego de la crítica periodística de EL ARGENTINO en su edición del 17 de agosto. La suspensión fue confirmada por la Fundación Exportar Argentina que depende del Palacio San Martín, sede de la cancillería.
En la edición del 17 de agosto de EL ARGENTINO se tituló “Vergonzoso: Cancillería ahora seduce a los finlandeses en materia forestal y celulósico” para dar cuenta que se estaba organizando una misión a Finlandia, Suecia y Noruega para seducir al sector foresto industrial para que invierta en el país, a pesar de mantener un conflicto abierto desde hace siete años con el proyecto Orion (ex Botnia, hoy UPM).
Ayer se confirmó que esa iniciativa quedó suspendida, de acuerdo a la información que desde la Fundación Exportar –que depende de la Cancillería- se suministró a EL ARGENTINO.
También la Subsecretaría de Desarrollo de Inversiones y Promoción Comercial del Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto de la Nación, comunicó que “lamentablemente se suspendió la misión a los países nórdicos”.
Si bien no se brindaron las razones que sustentaron este giro en la organización de la misión, la decisión se adoptó luego de las objeciones que se hicieron escuchar desde la comunidad de Gualeguaychú.
En este marco, es oportuno recordar que la Asamblea Ciudadana Ambiental como el Honorable Concejo Deliberante de la ciudad vienen reclamando de manera formal y por todos los medios que la Comisión Administradora del Río Uruguay (Caru) brinde también la información sobre los catorce monitoreos ambientales que se han realizado a la pastera Botnia.
Ayer se confirmó que se ingresó por décimo quinta vez a la planta ubicada en la margen Este del río Uruguay, inspección que se había puesto en duda porque se temía que la pastera iba a detener su producción para realizar tareas de mantenimiento. Como esto no se produjo, el Comité Científico decidió ingresar tal como estaba programado.
Este conflicto, que ya tiene siete largos años, fue una de las razones que obligaron al canciller Héctor Timerman a dar marcha atrás con la misión a los países nórdicos.
La convocatoria invitaba en un principio a ejecutivos de empresas, funcionarios de provincias como Misiones y Corrientes y a dirigentes de diversas cámaras y asociaciones de la Región NEA, “quienes ya habían confirmado su participación para viajar a la misión comercial”, publicó ayer un diario misionero.
La misión estaba prevista desde el 17 al 21 de septiembre y tenía por objetivo “potenciar los mecanismos y áreas de vinculación y cooperación público privada con el sector foresto industrial de los países nórdicos”. Pero, en rigor, se pretendía desarrollar proyectos de inversión y transferencia de tecnología, además de explorar alternativas de asociatividad productiva y comercial. Por eso uno de los ejes centrales era la “venta” de la cuenca forestal mesopotámica.
Las voces de protestas por esta iniciativa se hicieron escuchar en Gualeguaychú y al parecer llegaron hasta la Cancillería, que finalmente desistió de su pretensión de tentar a los fineses para que inviertan en el país; decisión que felizmente hay que celebrar.
Ayer se confirmó que esa iniciativa quedó suspendida, de acuerdo a la información que desde la Fundación Exportar –que depende de la Cancillería- se suministró a EL ARGENTINO.
También la Subsecretaría de Desarrollo de Inversiones y Promoción Comercial del Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto de la Nación, comunicó que “lamentablemente se suspendió la misión a los países nórdicos”.
Si bien no se brindaron las razones que sustentaron este giro en la organización de la misión, la decisión se adoptó luego de las objeciones que se hicieron escuchar desde la comunidad de Gualeguaychú.
En este marco, es oportuno recordar que la Asamblea Ciudadana Ambiental como el Honorable Concejo Deliberante de la ciudad vienen reclamando de manera formal y por todos los medios que la Comisión Administradora del Río Uruguay (Caru) brinde también la información sobre los catorce monitoreos ambientales que se han realizado a la pastera Botnia.
Ayer se confirmó que se ingresó por décimo quinta vez a la planta ubicada en la margen Este del río Uruguay, inspección que se había puesto en duda porque se temía que la pastera iba a detener su producción para realizar tareas de mantenimiento. Como esto no se produjo, el Comité Científico decidió ingresar tal como estaba programado.
Este conflicto, que ya tiene siete largos años, fue una de las razones que obligaron al canciller Héctor Timerman a dar marcha atrás con la misión a los países nórdicos.
La convocatoria invitaba en un principio a ejecutivos de empresas, funcionarios de provincias como Misiones y Corrientes y a dirigentes de diversas cámaras y asociaciones de la Región NEA, “quienes ya habían confirmado su participación para viajar a la misión comercial”, publicó ayer un diario misionero.
La misión estaba prevista desde el 17 al 21 de septiembre y tenía por objetivo “potenciar los mecanismos y áreas de vinculación y cooperación público privada con el sector foresto industrial de los países nórdicos”. Pero, en rigor, se pretendía desarrollar proyectos de inversión y transferencia de tecnología, además de explorar alternativas de asociatividad productiva y comercial. Por eso uno de los ejes centrales era la “venta” de la cuenca forestal mesopotámica.
Las voces de protestas por esta iniciativa se hicieron escuchar en Gualeguaychú y al parecer llegaron hasta la Cancillería, que finalmente desistió de su pretensión de tentar a los fineses para que inviertan en el país; decisión que felizmente hay que celebrar.
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