Secciones
Diario El Argentino
Secciones
Diario El Argentinodomingo 05 de mayo de 2024
Editorial

La educación, la ciencia y la cultura para la paz

La educación, la ciencia y la cultura para la paz

La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) se fundó el 16 de noviembre de 1945.


Pero el origen de esta organización no es tan difundido. En 1942, cuando más intensa era la atrocidad de la Segunda Guerra Mundial, varios países europeos que enfrentaban a la Alemania nazi se reunieron en Inglaterra en la llamada Conferencia de Ministros Aliados de Educación.
La idea era cómo consolidar al sistema educativo una vez restituida la paz. Bajo esta premisa, esta Conferencia se vuelve a reunir en Londres del 1º al 16 de noviembre de 1945, justamente al concluir la guerra, se decide crear una organización destinada a instituir una verdadera cultura de paz y se conviene que es urgente establecer la “solidaridad intelectual y moral de la humanidad”, justamente para tener herramientas que eviten futuras guerras.
Muchos países tuvieron una incorporación tardía a la Unesco por razones políticas. Del mismo modo, otros países en diversos momentos se retiraron de la Unesco, también por razones políticas. Por ejemplo, Sudáfrica estuvo ausente de 1957 a 1994, los Estados Unidos desde 1985 a 2003 y Gran Bretaña e Irlanda del Norte desde 1986 a 1997. Hoy todos forman parte de la Unesco.
Es necesario detenerse en la obra de esta organización para la cultura de la paz, la diversidad y la tolerancia. Es que la Unesco es un ámbito donde se propicia nada menos que el diálogo de civilizaciones, a partir del consenso de valores comunes. Sin este principio, por ejemplo, sería imposible la concepción de un desarrollo sostenible, el respeto mutuo, la aspiración para reducir la pobreza, entre otros temas que son indispensables para consolidar la paz. Por eso también la Unesco pone especial énfasis en lograr una educación de calidad sin excluidos, que se comprenda que la educación es un proceso de aprendizaje-enseñanza que se ejercita a lo largo de toda la vida y que hoy más que nunca es necesario construir sociedades del conocimiento integradoras a partir de la información y la comunicación. Y esto implica siempre promover principios y prácticas vinculadas con las normas éticas en relación con el desarrollo científico, tecnológico y social. Simultáneamente, preserva la riqueza insustituible de la humanidad a partir de protecciones que abarcan al Patrimonio Cultural y Natural de los pueblos.
Aunque no se lo observe de manera diaria, estos objetivos y acciones están presentes en la vida cotidiana de todas las sociedades. Gualeguaychú no es la excepción.
Las ansias de superación en materia educativa y cultural, la búsqueda del bien común para desarrollar integralmente a la comunidad, la necesidad imperiosa de proteger el ambiente y dar protección integral a la vida son cuestiones que diariamente en Gualeguaychú movilizan a todos los vecinos. Esos horizontes son los ejes que forman la columna vertebral de la Unesco. Por eso se sostiene que ese ideal está presente en la vida cotidiana de todos, sin excepción.


Este contenido no está abierto a comentarios