Bailes en la calle, ¿la nueva moda?
Un grupo de turistas improvisó un baile en la calle. Los vecinos llamaron a las autoridades para que pusieran orden. Mientras esto sucedía, no faltó un irascible que molesto con tanto ruido, comenzó a tirar piedras a una casa culpando a sus propietarios por este escándalo.
Esta sería la síntesis apretada de lo que sucedió en la madrugada de este domingo, en calle Italia, entre Concordia y Buenos Aires.
De acuerdo al relato al que EL ARGENTINO tuvo acceso, una vecina alquiló a un grupo de turistas una casa contigua a la suya, como hace desde un tiempo atrás.
En una casa de la cuadra de enfrente también se alojó a un grupo de jóvenes y todo iba bien hasta que estos últimos decidieron festejar un cumpleaños saliendo a la calle y poniendo la música de un auto a todo volumen.
Esto hizo que en cuestión de minutos llegaran más jóvenes alojados en casas cercanas.
A la música se sumó el alcohol y se armó baile en plena calle.
“Les pedimos que bajaran la música, primero yo y después el dueño de la casa donde estaba el grupo que festejaba, pero lo hacían unos minutos y luego volvían a subirla” dijo nuestra interlocutora, marcando que se hicieron cargo de los respectivos grupos a los que estaban alquilándoles.
“Cuando pasó un rato considerable, comenzamos a llamar a Inspección General y no nos atendían. Lo hicimos a Tránsito y a la Policía, donde nos dijeron que debíamos insistir en Inspección General”.
Mientras se hacían estos llamados, comenzaron a caer piedras sobre una de las casas donde se sabía que parte de esta gente estaba alojada.
“A eso de las dos y algo de la mañana nos atendieron en Inspección General y prometieron venir. Insistimos y nos respondieron que habían pasado y visto la cantidad de personas, por lo que decidieron ir a la jefatura a buscar un efectivo. Llegaron a eso de las tres de la mañana, cuando ya se había sumado una camioneta con más gente y lograron dispersar al grupo”, relató nuestra entrevistada, contando así el final del baile callejero.
La mujer se mostró sorprendida por lo ocurrido ya que como dijo “siempre alquilamos a gente conocida o recomendada. Nuestros hospedados tuvieron un buen comportamiento, hasta que se sumaron al cumpleaños del sábado a la noche”. Tras esto refirió que a la mañana siguiente sus inquilinos se disculparon, limpiaron la calle y prometieron que no se iba a reiterar lo ocurrido.
Y en cuanto al ataque con piedras dijo no haber hecho la denuncia, aunque está claro que pasado el fin de semana largo, las relaciones en el barrio ya no son las mismas.
De acuerdo al relato al que EL ARGENTINO tuvo acceso, una vecina alquiló a un grupo de turistas una casa contigua a la suya, como hace desde un tiempo atrás.
En una casa de la cuadra de enfrente también se alojó a un grupo de jóvenes y todo iba bien hasta que estos últimos decidieron festejar un cumpleaños saliendo a la calle y poniendo la música de un auto a todo volumen.
Esto hizo que en cuestión de minutos llegaran más jóvenes alojados en casas cercanas.
A la música se sumó el alcohol y se armó baile en plena calle.
“Les pedimos que bajaran la música, primero yo y después el dueño de la casa donde estaba el grupo que festejaba, pero lo hacían unos minutos y luego volvían a subirla” dijo nuestra interlocutora, marcando que se hicieron cargo de los respectivos grupos a los que estaban alquilándoles.
“Cuando pasó un rato considerable, comenzamos a llamar a Inspección General y no nos atendían. Lo hicimos a Tránsito y a la Policía, donde nos dijeron que debíamos insistir en Inspección General”.
Mientras se hacían estos llamados, comenzaron a caer piedras sobre una de las casas donde se sabía que parte de esta gente estaba alojada.
“A eso de las dos y algo de la mañana nos atendieron en Inspección General y prometieron venir. Insistimos y nos respondieron que habían pasado y visto la cantidad de personas, por lo que decidieron ir a la jefatura a buscar un efectivo. Llegaron a eso de las tres de la mañana, cuando ya se había sumado una camioneta con más gente y lograron dispersar al grupo”, relató nuestra entrevistada, contando así el final del baile callejero.
La mujer se mostró sorprendida por lo ocurrido ya que como dijo “siempre alquilamos a gente conocida o recomendada. Nuestros hospedados tuvieron un buen comportamiento, hasta que se sumaron al cumpleaños del sábado a la noche”. Tras esto refirió que a la mañana siguiente sus inquilinos se disculparon, limpiaron la calle y prometieron que no se iba a reiterar lo ocurrido.
Y en cuanto al ataque con piedras dijo no haber hecho la denuncia, aunque está claro que pasado el fin de semana largo, las relaciones en el barrio ya no son las mismas.
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