Tenencia responsable de mascotas

Esta situación ocurre a pesar del enorme esfuerzo que algunas entidades –como Patitas- vienen realizando para que los ciudadanos enriquezcan su conciencia como responsables de las mascotas.
Una sociedad democrática no sólo se mide por los derechos que pueden ejercer los sujetos como las personas o las entidades jurídicas, sino también por cómo se relaciona la persona con los animales, especialmente los denominados domésticos.
El bienestar animal es una obligación de las personas que asumen sus cuidados, dado que esa calidad de vida está íntimamente relacionada con los tratos que el propio animal recibe de las personas.
Nadie discutirá que tener mascotas implica una responsabilidad propia y hacia terceros. Del mismo modo, sería ocioso detenerse a debatir si los animales merecen tener afectos, cuidados y la protección necesaria.
Sin embargo, hay que convenir que no todos pueden garantizar una adecuada provisión de alimentos, de alojamiento, de contención y atención de la salud. Y en este marco, el mal trato muchas veces es tan corriente que muchos hasta lo pueden naturalizar.
La vacunación de las mascotas como su desparasitación es una responsabilidad ciudadana que ningún “propietario” puede eludir, dado que conlleva un riesgo para la propia salud pública.
Pero hay que tomar conciencia que no todos siquiera garantizan una higiene mínima y necesaria para las mascotas ni siquiera para los recipientes que ellos necesitan tanto para beber como para alimentarse. Y no es exagerado tampoco decir que la gran mayoría descuida elementales visitas periódicas al veterinario para mantener un adecuado estado de salud y prevenir enfermedades o zoonosis.
La proliferación especialmente de perros y gatos en la vía pública es un problema social. Para solucionarlo se requiere de la participación de todos, no solamente del Estado Municipal.
Por otro lado, la comunidad debe comenzar a ejercer una conducta más solidaria hacia el sufrimiento de los animales y para ello la tenencia responsable es el primer paso, justamente para evitar situaciones de abandono de las mascotas.
Se insiste, se requiere que se consolide el concepto de tenencia responsable para lograr una convivencia equilibrada entre las personas y los animales en la sociedad.
Los animales tienen derecho –entre otros- a una alimentación y al acceso al agua de manera segura y apropiada. Además, tienen derecho a condiciones ambientales para su desarrollo y requieren que el propietario conozca las condiciones etológicas o del comportamiento de cada especie.
Por su parte, la sociedad necesita que esa tenencia se desarrolle bajo cuidados integrales en materia de higiene (desparasitación, vacunaciones y proceder a la retirada de excrementos de la vía pública, entre otros), del mismo modo el propietario debe evitar las molestias que los animales pueden causar a terceros.
Hay que replantearse lo que está ocurriendo con los animales domésticos, especialmente con los perros y gatos. Pareciera que fuera un problema menor frente a otros males; pero también de estos cuidados se consolida una conducta democrática.