Ilarraz dijo ser inocente y que no hay pruebas en su contra
A un año de la denuncia que sacudió a la Iglesia en Entre Ríos, el sacerdote Justo José Ilarraz rompió el silencio y habló por primera vez de las denuncias por abuso contra aspirantes a sacerdotes cuando ocupaba el cargo de prefecto de disciplina en el Seminario Menor de Paraná, entre los años 1984 y 1992. Ilarraz dijo que es inocente y que los seminaristas que lo acusaron armaron “un complot” en su contra con fines
Este contenido no está abierto a comentarios