Preocupa la violencia policial hacia niños y jóvenes en Entre Ríos

La forma de intervención que adquiere el ingreso de niños, niñas y jóvenes en la División de Minoridad bajo la figura de resguardo genera preocupación en la Red Alerta, que recibió reiteradas advertencias ante la violencia y los maltratos a los que se somete a los gurises quienes son trasladados “por disturbios o, como dicen ellos, por portación de cara”, indicó la presidenta de la organización, Silvina Calveyra, quien detalló que quienes son sometidos a estas prácticas “muchas veces provienen de sectores vulnerados, no sólo en sus derechos como a la educación o a la salud, sino también en recursos materiales, con el agravante que son víctimas de maltrato intrafamiliar, donde su mamá también, seguramente, es víctima de violencia de género”.
En ese marco, precisó que se observa en la vía pública que los jóvenes y niños “son expuestos sobre una pared o sobre un patrullero con las manos en alto sin, ni siquiera, saber con seguridad de qué ni quién se trata; sólo por portación de rostro se los traslada sobre las cúpulas de los patrulleros exponiéndolos sin preservar su seguridad, su identidad y, sobre todo, los derechos de un niño o joven víctima de este sistema”. Pero, además, “no se comunica a su familia, ni al organismo competente en forma inmediata”, por lo que la dilación del tiempo de la comunicación permite a agentes realizar un abuso de autoridad constante y sistemático.
Estos jóvenes que en algunos casos son trasladados al Consejo Provincial del Niño, el Adolescente y la Familia (Copnaf) para su intervención, llegan al organismo “en situaciones donde se evidencia el ejercicio de la violencia y maltrato”, precisó la militante social, quien apuntó que en la mayoría de los casos “no realizan las denuncias por temor a la represalia posterior ya que saben, por otros compañeros que pasaron por la misma situación, que si concretan una denuncia la cosa empeorará”.
Ante ese contexto, Calveyra aclaró que los niños entre 9 y 11 años que son acusados por la Policía “de causar disturbios, son víctimas de un sistema que criminaliza la niñez, la juventud y la pobreza”, donde la metodología reiterada por las fuerzas represivas del Estado mediante diversos dispositivos, “constituyen un abuso de poder y una arbitrariedad por parte de las autoridades, donde los niños y jóvenes quedan como ‘objetos’ de una intervención y maltrato”.

Garantizar los derechos de los niños y jóvenes

Ante esta cartografía violenta y excluyente, la presidenta de la Red Alerta indicó que el verdadero escándalo “es que a estos chicos el Estado no garantice los Derechos del Niño; que no puedan acceder a la educación, a la salud, que no cuenten con una vivienda digna y con la contención adecuada”, por lo que desde la entidad exigen el cese “de violencia institucional hacia la niñez y juventud y de las prácticas violentas, de maltrato y discriminación, que violan los Derechos de los niños y adolescentes”. Asimismo, demandan “acciones concretas de reparación de daños de quiénes son víctimas de un sistema que vulnera permanentemente los derechos de los niños y jóvenes y de sus familias”.
“Estos actores deben repensar su manera de accionar, deben repensar una política institucional que escuche y no reprima la voz de nuestros jóvenes y sus familias, promoviendo una transformación lógica en el abordaje de las problemática”, consideró Calveyra, quien destacó que los derechos son para los niños, sin discriminación, la integralidad, la plena libertad de expresión y la asociación y participación de los mismos en el proceso de toma de decisiones en cuestiones concernientes a su edad y madurez, como lo explicó claramente Irene Konterlinik en Una Nueva Institucionalidad para la Infancia y la adolescencia: “….La protección hacia la niñez no puede realizarse de cualquier manera, la intervención del Estado debe conjugar criteriosa a la hora de formular políticas, organizar sus instituciones, diseñar sus procedimientos…”.

Fuente: AIM.