Persecución y captura de una pareja a la que se le imputan reiterados hechos de abigeato
Ambos fueron sorprendidos por personal de la Brigada de Abigeato cuando estaban robando vacunos en campos al sur de la ciudad. Al huir trataron de agredir a un oficial. En un allanamiento posterior en su domicilio se encontraron gran cantidad de elementos usuales en casos de cuatrerismo y carneadas. También se hallaron restos de varios vacunos en otro campo de la zona. Dos detenidos.
En relación con lo informado en la edición de ayer de EL ARGENTINO, sobre un allanamiento por abigeato, desde la Dirección de Prevención de Delitos Rurales Policía entrerriana, se dieron detalles sobre el hecho delictivo perpetrado en campos al sur de nuestra ciudad.
El inicio del caso se dio con una denuncia telefónica recibida en sede policial en la jornada del Viernes Santo, donde el dueño de un campo ubicado a la vera del camino del Crematorio, en Suburbios Sur, Séptima Sección, constató que presumiblemente en el transcurso de la noche anterior, delincuentes cortaron el alambrado y le sustrajeron una vaca de pelaje Pampa colorado, de aproximadamente 450 a 500 kilogramos, marcada y señalada con los diseños de su titularidad.
Para darle el marco legal a lo denunciado, el jefe de la Brigada de Abigeato de nuestro departamento, oficial principal Romualdo Javier Ramírez, se constituyó en el lugar para levantar los indicios probatorios tendientes a individualizar a los cuatreros, donde pudo establecer que el alambrado se encontraba cortado en dos sectores del campo, con el llamativo detalle que en ambos sectores había pisadas de animales bovinos y de dos equinos, uno de los cuales con vasos grandes y el otro con vasos más pequeños, ambos con herraduras.
Esto facilitó el seguimiento de los rastros desde el interior del campo hasta el camino vecinal conocido como ‘del Crematorio’, donde el oficial encontró al cabo 1º Hernán Gómez, quien se encontraba con otro vecino del lugar que manifestó que también a él le estaban faltando tres vacas de pelaje pampa colorado, las que coincidentemente también se las habrían sustraído por la noche, cortándole los alambrados y llevándoselas presumiblemente por arreo.
La similitud en la forma de operar, no dejó demasiadas dudas que ambos hechos corrían con la autoría de los mismos malvivientes, razón por la cual se continuó con la tarea de rastreo de las huellas dejadas sobre la arena y humedad del camino.
Quedaba claro que las huellas de pisadas eran siempre de los dos caballos con animales vacunos, que conducían hasta el paraje conocido como Paso del Tala, más precisamente en un campo de Baggio, donde en el ingreso al mismo, sobre la banquina, muy cerca del portón de madera, se observaba nuevamente otro rastro de la pisada del equino con la herradura de vaso pequeño.
Al ingresar al interior del predio rural se encontraron los restos de un animal bovino, faenado, de similares características a la vaca que le faltaba al primer productor denunciante, ya que el cuero era de pelaje pampa colorado, divisándose además el mondongo y la cabeza sin las orejas, por ende sin la señal.
Así fue que se profundizó la recorrida en los alrededores del campo de referencias, no lográndose levantar otros indicios de más animales faenados o en pie.
Los policías se decidieron a revisar en un campo que está enfrente, donde encontraron un vacuno atado con un lazo a un árbol.
Mientras el suboficial Gómez se fue a buscar a los damnificados, el oficial Ramírez se ocultó entre los matorrales, ante la presunción que los cuatreros volverían a buscar el animal dejado atado.
Intento de agresión y huída
La sospecha se cumplió, ya que poco después, muy confiada, se acercó una pareja a caballo, que fue directamente hacia donde estaba el bovino. El oficial Ramírez les dio legalmente la voz de “¡Alto, Policía!”, ante lo cual los jinetes huyeron, aunque antes intentaron atropellar al policía, que decididamente les salió al cruce. El avieso propósito por suerte no se concretó, aunque el funcionario recibió un leve roce del caballo que montaba un ‘conocido’ sujeto con antecedentes en la Justicia, que fusta en mano también trató de agredirlo. Inmediatamente el individuo fue reconocido como uno de los cuatreros que vienen generando preocupación desde hace tiempo entre los productores ganaderos, a quien se le sospechan reiteradas carneadas de animales ajenos.
El marginal, conocido con el alias de “El Negro”, iba montado en un zaino colorado, acompañado en otro equino por su pareja.
Más restos de animales vacunos
Ambos huyeron en dirección a Calle de las Tropas, habiendo sido oportunidad en que fueron observados por el suboficial Gómez y el productor dueño del vacuno encontrado atado en el campo propiedad de Baggio, quien autorizó que el animal fuera retirado de allí para ser restituido a su dueño legítimo. Después los policías continuaron recorriendo el sector donde fue matado el primer pampa colorado, constatando que si bien no había más animales carneados recientemente, sí se encontraron restos de otros bovinos faenados, ya osamentas, pero no se logró establecer de qué tipo de animales se trataba. Lo llamativo es que en ese campo no se tiene animales, por lo que los restos es evidente que son de vacunos llevados desde otros terrenos.
Se comprobó, también, que la pareja de cuatreros en fuga se domicilia a unos 500 metros del lugar donde estaban las osamentas, con el predio donde está la antena del servicio Claro y la chacra de otro productor, como separación.
Para las autoridades judiciales tiene mucho valor saber que en todos los casos de abigeato perpetrados en la zona de los distritos El Sauce y Sarandí, siempre se ha observado la misma modalidad delictiva: sacan los semovientes por arreo, se los traslada cortando alambres siempre en dirección al ahora develado “matadero” clandestino, además de que en los restos de animales o los cueros hallados, se dejan otros detalles particulares, entre ellos un corte similar a una puñalada en la zona del riñón o cuadril de los bovinos.
Elementos comprometedores y pareja detenida
Todo el procedimiento fue puesto en conocimiento del agente fiscal en turno, quien solicitó al juez de Garantías N° 1, doctor Arturo Dumón, la requisa de la vivienda del sujeto reconocido, por lo cual la fiscal subrogante Marina Cedrés, el sumariante de la Comisaría 8va, personal femeninos de la Comisaría del Menor y la Mujer y efectivos de la Brigada de Abigeato, irrumpieron el pasado sábado por la tarde en la vivienda del presunto ‘carneador’, logrando resultados satisfactorios al lograrse el secuestro de dos equinos (un caballo zaino y una yegua tordilla), que se relacionarían con el delito de abigeato que se investiga cuchillos, un pilón y una balanza, , como también tenazas, pezuñas de vaca, guascas, lazos, etc. En el lugar fue también encontrado un elemento probatorio: la caravana, tipo tarjeta, de uno de los productores damnificados en el caso.
Por los testimonios, más las pruebas colectadas en el allanamiento en cuestión, la autoridad judicial ordenó la detención del dueño de casa y de su pareja de 26 años de edad), quienes quedaron alojados en dependencias policiales, a disposición de la Justicia.
El inicio del caso se dio con una denuncia telefónica recibida en sede policial en la jornada del Viernes Santo, donde el dueño de un campo ubicado a la vera del camino del Crematorio, en Suburbios Sur, Séptima Sección, constató que presumiblemente en el transcurso de la noche anterior, delincuentes cortaron el alambrado y le sustrajeron una vaca de pelaje Pampa colorado, de aproximadamente 450 a 500 kilogramos, marcada y señalada con los diseños de su titularidad.
Para darle el marco legal a lo denunciado, el jefe de la Brigada de Abigeato de nuestro departamento, oficial principal Romualdo Javier Ramírez, se constituyó en el lugar para levantar los indicios probatorios tendientes a individualizar a los cuatreros, donde pudo establecer que el alambrado se encontraba cortado en dos sectores del campo, con el llamativo detalle que en ambos sectores había pisadas de animales bovinos y de dos equinos, uno de los cuales con vasos grandes y el otro con vasos más pequeños, ambos con herraduras.
Esto facilitó el seguimiento de los rastros desde el interior del campo hasta el camino vecinal conocido como ‘del Crematorio’, donde el oficial encontró al cabo 1º Hernán Gómez, quien se encontraba con otro vecino del lugar que manifestó que también a él le estaban faltando tres vacas de pelaje pampa colorado, las que coincidentemente también se las habrían sustraído por la noche, cortándole los alambrados y llevándoselas presumiblemente por arreo.
La similitud en la forma de operar, no dejó demasiadas dudas que ambos hechos corrían con la autoría de los mismos malvivientes, razón por la cual se continuó con la tarea de rastreo de las huellas dejadas sobre la arena y humedad del camino.
Quedaba claro que las huellas de pisadas eran siempre de los dos caballos con animales vacunos, que conducían hasta el paraje conocido como Paso del Tala, más precisamente en un campo de Baggio, donde en el ingreso al mismo, sobre la banquina, muy cerca del portón de madera, se observaba nuevamente otro rastro de la pisada del equino con la herradura de vaso pequeño.
Al ingresar al interior del predio rural se encontraron los restos de un animal bovino, faenado, de similares características a la vaca que le faltaba al primer productor denunciante, ya que el cuero era de pelaje pampa colorado, divisándose además el mondongo y la cabeza sin las orejas, por ende sin la señal.
Así fue que se profundizó la recorrida en los alrededores del campo de referencias, no lográndose levantar otros indicios de más animales faenados o en pie.
Los policías se decidieron a revisar en un campo que está enfrente, donde encontraron un vacuno atado con un lazo a un árbol.
Mientras el suboficial Gómez se fue a buscar a los damnificados, el oficial Ramírez se ocultó entre los matorrales, ante la presunción que los cuatreros volverían a buscar el animal dejado atado.
Intento de agresión y huída
La sospecha se cumplió, ya que poco después, muy confiada, se acercó una pareja a caballo, que fue directamente hacia donde estaba el bovino. El oficial Ramírez les dio legalmente la voz de “¡Alto, Policía!”, ante lo cual los jinetes huyeron, aunque antes intentaron atropellar al policía, que decididamente les salió al cruce. El avieso propósito por suerte no se concretó, aunque el funcionario recibió un leve roce del caballo que montaba un ‘conocido’ sujeto con antecedentes en la Justicia, que fusta en mano también trató de agredirlo. Inmediatamente el individuo fue reconocido como uno de los cuatreros que vienen generando preocupación desde hace tiempo entre los productores ganaderos, a quien se le sospechan reiteradas carneadas de animales ajenos.
El marginal, conocido con el alias de “El Negro”, iba montado en un zaino colorado, acompañado en otro equino por su pareja.
Más restos de animales vacunos
Ambos huyeron en dirección a Calle de las Tropas, habiendo sido oportunidad en que fueron observados por el suboficial Gómez y el productor dueño del vacuno encontrado atado en el campo propiedad de Baggio, quien autorizó que el animal fuera retirado de allí para ser restituido a su dueño legítimo. Después los policías continuaron recorriendo el sector donde fue matado el primer pampa colorado, constatando que si bien no había más animales carneados recientemente, sí se encontraron restos de otros bovinos faenados, ya osamentas, pero no se logró establecer de qué tipo de animales se trataba. Lo llamativo es que en ese campo no se tiene animales, por lo que los restos es evidente que son de vacunos llevados desde otros terrenos.
Se comprobó, también, que la pareja de cuatreros en fuga se domicilia a unos 500 metros del lugar donde estaban las osamentas, con el predio donde está la antena del servicio Claro y la chacra de otro productor, como separación.
Para las autoridades judiciales tiene mucho valor saber que en todos los casos de abigeato perpetrados en la zona de los distritos El Sauce y Sarandí, siempre se ha observado la misma modalidad delictiva: sacan los semovientes por arreo, se los traslada cortando alambres siempre en dirección al ahora develado “matadero” clandestino, además de que en los restos de animales o los cueros hallados, se dejan otros detalles particulares, entre ellos un corte similar a una puñalada en la zona del riñón o cuadril de los bovinos.
Elementos comprometedores y pareja detenida
Todo el procedimiento fue puesto en conocimiento del agente fiscal en turno, quien solicitó al juez de Garantías N° 1, doctor Arturo Dumón, la requisa de la vivienda del sujeto reconocido, por lo cual la fiscal subrogante Marina Cedrés, el sumariante de la Comisaría 8va, personal femeninos de la Comisaría del Menor y la Mujer y efectivos de la Brigada de Abigeato, irrumpieron el pasado sábado por la tarde en la vivienda del presunto ‘carneador’, logrando resultados satisfactorios al lograrse el secuestro de dos equinos (un caballo zaino y una yegua tordilla), que se relacionarían con el delito de abigeato que se investiga cuchillos, un pilón y una balanza, , como también tenazas, pezuñas de vaca, guascas, lazos, etc. En el lugar fue también encontrado un elemento probatorio: la caravana, tipo tarjeta, de uno de los productores damnificados en el caso.
Por los testimonios, más las pruebas colectadas en el allanamiento en cuestión, la autoridad judicial ordenó la detención del dueño de casa y de su pareja de 26 años de edad), quienes quedaron alojados en dependencias policiales, a disposición de la Justicia.
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