Alegría profunda del encuentro con Jesús que sólo Dios nos da
Resuenan las palabras del Papa Francisco en estos últimos días, comenzado por su tweet del Lunes del Ángel, en que el Obispo de Roma nos recuerda que “cada encuentro con Jesús nos colma de alegría, aquella alegría profunda que sólo Dios nos puede dar.”
- Al rezar ayer a mediodía, con miles de fieles y peregrinos reunidos en la Plaza de San Pedro la oración mariana del Regina Coeli, que sustituye el Ángelus en este tiempo pascual, el Pontífice explicó que durante toda la semana podemos seguir intercambiándonos la felicitación pascual, como si fuera un único día; porque “es el gran día que hizo el Señor”.
- E invitó a que dejemos que esta experiencia, impresa en el Evangelio, se imprima también en nuestros corazones y se vea en nuestra vida irradiando el estupor gozoso del Domingo de Pascua en nuestros pensamientos, miradas, actitudes, gestos y palabras, sin que sea un maquillaje; porque es algo que viene desde dentro, de un corazón inmerso en la fuente de esta alegría.
- El Domingo de Pascua de Resurrección el Santo Padre impartió su bendición Urbi et Orbi, es decir a la Ciudad de Roma y al mundo, tras su mensaje pascual en que recordó algunas de las tantas situaciones de injusticia y pobreza que afligen al mundo.
- En su breve meditación tras el Vía Crucis del Viernes Santo, en el Coliseo de Roma, el Papa Francisco afirmó que “el mal no tendrá la última palabra, sino el amor, la misericordia y el perdón”.
Oración y diálogo
El Papa Francisco nos alienta con su vida a vivir el Evangelio de forma coherente y a ser instrumento de la paz en favor de toda la familia humana, orando y dialogando. En el espacio dedicado al magisterio del Obispo de Roma, Maestro y Guía Universal, el Padre Carlos Galli, teólogo, sacerdote de Buenos Aires, profesor de la Facultad de Teología de la capital argentina, de paso por Roma, entrevistado por el jesuita Guillermo Ortiz, reflexionó de esta manera sobre las palabras del Papa Bergoglio.
- E invitó a que dejemos que esta experiencia, impresa en el Evangelio, se imprima también en nuestros corazones y se vea en nuestra vida irradiando el estupor gozoso del Domingo de Pascua en nuestros pensamientos, miradas, actitudes, gestos y palabras, sin que sea un maquillaje; porque es algo que viene desde dentro, de un corazón inmerso en la fuente de esta alegría.
- El Domingo de Pascua de Resurrección el Santo Padre impartió su bendición Urbi et Orbi, es decir a la Ciudad de Roma y al mundo, tras su mensaje pascual en que recordó algunas de las tantas situaciones de injusticia y pobreza que afligen al mundo.
- En su breve meditación tras el Vía Crucis del Viernes Santo, en el Coliseo de Roma, el Papa Francisco afirmó que “el mal no tendrá la última palabra, sino el amor, la misericordia y el perdón”.
Oración y diálogo
El Papa Francisco nos alienta con su vida a vivir el Evangelio de forma coherente y a ser instrumento de la paz en favor de toda la familia humana, orando y dialogando. En el espacio dedicado al magisterio del Obispo de Roma, Maestro y Guía Universal, el Padre Carlos Galli, teólogo, sacerdote de Buenos Aires, profesor de la Facultad de Teología de la capital argentina, de paso por Roma, entrevistado por el jesuita Guillermo Ortiz, reflexionó de esta manera sobre las palabras del Papa Bergoglio.
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