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Diario El Argentinoviernes 26 de abril de 2024
Internacionales

Ébola paraliza funciones económicas vitales de los países africanos afectados

Ébola paraliza funciones económicas vitales de los países africanos afectados

El miedo que provoca el Ébola paraliza el desarrollo de los Estados africanos afectados, transformando una epidemia en un instrumento de guerra económica contra países entre los más pobres del planeta, según dirigentes y expertos.


"Nuestro programa de desarrollo ha sido interrumpido por la epidemia de Ébola", declaró el jueves, por videoconferencia, la presidenta de Liberia, Ellen Johnson Sirleaf, en una reunión organizada por el Banco mundial.
En una visita en el este del país, cerca de la frontera guineana, Sirleaf exhortó esta semana a la población a "luchar para acabar con el virus" para poder retomar la construcción de la carretera Yekepa-Ganta, suspendida por culpa de la evacuación de trabajadores extranjeros.
La epidemia produce los mismos efectos que un "embargo económico" al aislar a los países afectados, afirmó el sábado el ministro de Finanzas de Sierra Leona, Kaifala Marah. "Hemos perdido todo lo que habíamos conseguido", aseguró.
El director de políticas de desarrollo del programa de la ONU para el desarrollo, el español Magdy Martínez-Solimán, considera posible "evitar una parálisis si actuamos ahora para asegurarnos de que años de esfuerzos de desarrollo no están comprometidos".
"Las empresas frenan su crecimiento o cierran. La gran industria dejó de construir fábricas. Las obras de infraestructuras se aplazan", explica el economista liberiano Samuel Jackson.
El precio de las dos principales materias primas producidas en Liberia, el caucho (explotado sobre todo por Firestone) y el mineral de hierro (ArcelorMittal), está bajando, mientras que los precios de las importaciones (el 90% de los bienes consumidos) se disparan.
Según Edward George, jefe del grupo de investigación de la compañía Ecobank en Guinea, Liberia y Sierra Leona, "no ha habido desinversiones masivas y repentinas, sino más bien una reducción de todas las operaciones, todo el mundo suspende sus nuevas inversiones".
El gigante estadounidense del petróleo ExxonMobil retrasò en septiembre, por precaución, la exploración de un nuevo pozo offshore en Liberia prevista para finales de 2014.

Los precios se disparan

Pese a todo, el sector de las materias primas resiste mejor que los servicios y la agricultura, actividades propicias para el contagio.
"Estamos cerca del 0% de ocupación, para ser sinceros", confiesa Moussa Sow, la propietaria senegalesa de un hotel de 50 habitaciones en Conakry, con sólo un puñado de clientes, "unos senegaleses que ni siquiera consiguen pagar porque cerraron las fronteras".
La agricultura y, por tanto, la seguridad alimentaria están amenazadas, según la organización de Naciones Unidas para la agricultura y la alimentación (FAO).
Según una encuesta de este organismo, en Sierra Leona, 47% de los encuestados dijeron que la epidemia "perjudicaba mucho sus actividades agrícolas". En la provincia de Lofa, "granero" de Liberia, los precios de los productos de base habían aumentado de 30 a 75% desde agosto.
El hambre avanza, siguiendo la estela de la enfermedad porque, como en las anteriores epidemias mundiales, los precios alimentarios se disparan.
El precio de la mandioca aumentó un 150% en Monrovia, capital de Liberia, donde muchas familias dedican el 80% de sus ingresos a la comida, según la FAO.
"Esas subidas de precios ponen los alimentos totalmente fuera de su alcance", lamenta Vincent Martin, responsable de la coordinación regional del organismo.


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