Racing derrotó a Vélez y se ilusiona

Ricardo Centurión, con un tiro de carambola que rebotó en sus dos piernas y se metió por arriba del arquero Sebastián Sosa, abrió el marcador a los 11 minutos de la etapa inicial, mientras que Gustavo Bou -uno de los goleadores del campeonato-le dio cifras definitivas al score a los 41 del mismo período.

La etapa inicial ofreció un compendio de buen juego racinguista ante un rival que lejos estuvo de brindar una imagen acorde al prestigio futbolístico logrado por la institución en los últimos años.

Una línea defensiva irreconocible que otorgó innumerables ventajas debido a que Cubero no se sintió cómodo en su inusual función de zaguero (lento de reacción y algo diminuto para el puesto), con Domínguez y Papa que se encuentran a años luz de sus rendimientos de otrora y con Pérez Acuña que no logró hacer pie en toda la etapa, sumado a que el golero Sosa no dio garantías, todas situaciones que constituyeron un combo perfecto para el lucimiento de los players de Cocca.

Un eléctrico Bou, que supo cambiar reproches por aplausos, un sabio Milito que a medida que pierde velocidad crece en inteligencia para descargar y hacer la correspondiente pausa, el reverdecido Aued, sumado al trajinar incesante de Videla, que aporta tanto en defensa como acompañando los ataques, resultaron una carga demasiado pesada para un Vélez errático que apostó todas sus fichas a Pratto, quien fue maniatado por Lollo y Cabral alternadamente y debió retrasarse para hacerse del balón perdiendo efectividad en su mayor atributo que es la definición.

La conquista que inauguró el marcador llegó de manera un tanto fortuita ya que Centurión ingresando por derecha le pegó con su pierna diestra y luego el balón dio en su zurda provocando una trayectoria incognoscible para el arquero de Vélez que sólo atinó a observar como el balón ingresaba a su valla. El tanto de Bou (es uno de los actuales goleadores del torneo) resultó la síntesis perfecta de su notoria mutación futbolística por la gran acción que realizó el goleador dentro del área dejando atrás a Cubero con un regate y definiendo al primer palo, mientras Milito se “relamía” para empujar un eventual pase del entrerriano.

El cuestionado Flores intento en el reinicio reacomodar algunas piezas provocando el ingreso de un punta por un volante pero el visitante siguió teniendo los mismos inconvenientes en la generación de juego y sus faros ofensivos fueron absorbidos por un Racing ya no tan jugado en ataque y con cierta tendencia a custodiar con mayor esmero al poco exigido Saja.

Un remate en el área de Alejandro Cabral que dio en el palo derecho a los 35 minutos del complemento alteró la tranquila tarde que pasó el ex guardameta de San Lorenzo dejando en notoria exposición los escasos argumentos futbolísticos con los que contó el visitante para intentar revertir un partido que le resultó adverso desde su mismo inicio.

Las últimas imágenes del cotejo se consumieron entre el conformismo del conjunto “académico” que hizo circular la pelota sin forzar en ataque con el propósito de desgastar a su desteñido rival dejándole la iniciativa. Algunas extralimitaciones de Centurión a la hora de pisar el balón con su equipo en ganancia provocaron el enojo de varios jugadores visitantes que no vieron con buenos ojos los lujos de quien a la postre fue el jugador del partido.

Teniendo en cuenta que Racing tendrá que cotejar con River en la antepenúltima fecha en su propio estadio y debido al creciente rendimiento del equipo, sus simpatizantes se encuentran aún con esperanzas de lograr un título después del recordado “paso a paso” de Merlo en 2001.

Respecto a Vélez parece atravesar una meseta deportiva que lo encuentra desbalanceado respecto a la conformación de su plantel ya que aglutina proyectos de buenos jugadores de las inferiores pero con escaso rodaje con veteranos a los que el transcurrir del tiempo les está pasando una inexorable factura.