En marzo se aplicará la probation en formación y concientización vial a procesados por accidentes de tránsito

En septiembre del año pasado el coordinador de fiscales del Ministerio Publico Fiscal, Mauricio Derudi solicitó 3 años de cárcel para Jonathan Fernández, el imputado como causante de la muerte de Nicolás Bellolo en el choque de autos ocurrido en la mañana del 1 de octubre de 2011 en el cruce de calles España y Andrade.

Derudi dijo en aquella oportunidad que: “No hubo ninguna duda que se trató de un ‘Homicidio culposo calificado por la conducción antirreglamentaria de vehículo automotor’,  al tiempo que destacó como atenuantes que Fernández tenía 21 años al momento del hecho y no tenía antecedentes penales.

Tras escuchar los alegatos de las partes, la vocal del Tribunal de Juicios y Apelaciones de Gualeguaychú e Islas del Ibicuy, doctora Alicia Vivian, dictó la sentencia. El tribunal resolvió establecer la pena de tres años de ejecución condicional, más otras cargas que condenó a Jonathan Fernández a la pena de tres años de prisión de cumplimiento condicional, inhabilitación especial para conducir automóviles por el término de seis años y una probation de 24 horas mensuales colaborando en controles viales que realicen agentes de la Dirección de Tránsito municipal. Además, Fernández deberá asistir al programa de Educación Vial. El fallo fue apelado a Casación Penal de Paraná y si la sentencia queda firme una vez que concluya la feria judicial, Fernández podría ser uno de los primeros en inaugurar el  programa de resocialización y espacio de reflexión para procesados y condenados por accidentes de tránsito, inédito en la provincia, que fuera diseñado por Aciverjus, el Ministerio Público Fiscal y Tránsito Municipal.

“Aún falta la instancia de revisión de la causa (de Fernández) en la Sala de Casación Penal de Paraná, para que pueda ingresar al programa. “También hay otras personas que están con probation y no con condenas en la cual también se le puede aplicar este programa”, explicó Derudi a EL ARGENTINO. 

“La idea es comenzar a aplicar el programa entre marzo y abril, ya le pasamos (a Aciverjus) el diagrama de actividades y quedamos en juntarnos a fines de febrero para darle el toque final para poder firmarlo entre las partes que es el Ministerio Público Fiscal, Tránsito Municipal (área que depende del Ejecutivo Municipal) y Aciverjus”, explicó.   

“Tenemos una parte dentro del programa que es el dictado de clases, que lo tendrá que hacer Tránsito y otra parte que se refiere a la responsabilidad civil y penal,  que serían dictadas por miembros de la Justicia o del Colegio de Abogados. La idea es que no sólo participe el Ministerio Público Fiscal, sino también otros organismos judiciales, como jueces civiles o integrantes del Colegio de Abogados”, reiteró.    

El control de las horas asignadas a este espacio de readaptación, impuesto por la Justicia al condenado, estará a cargo del oficial de probation para aquellos que tengan que cumplir un trabajo social, pero para las personas que tengan condenas condicionales, como es el caso de Jonathan Fernández, el control del cumplimento del programa será responsabilidad del tribunal que lo condenó.  

 El presidente de Aciverjus, Miguel Gandolfo, estimó que en marzo comenzará a ejecutarse el proyecto tan esperado y alentado por la institución que preside.

“Desde Aciverjus, apuntamos a que el victimario salga a pintar estrellas amarillas junto con nosotros en la vía pública, participe en los controles de alcoholemia de la Dirección de Tránsito, ayudando a concienciar sobre los peligros de la ingesta de alcohol a la hora de conducir, y a su vez tenga charlas de formación vial en Tránsito Municipal. También vamos a llevarlo a los centros de traumatología para que la persona que cometió un accidente de tránsito realmente vea las secuelas irreversibles que puede ocasionar a su víctima, por el accionar irresponsable del conductor en la vía pública”, explicó Gandolfo.

Por otro lado, Tránsito Municipal, será el encargado de dictarle los cursos teóricos y prácticos en la pista de manejo, además de tomar los exámenes correspondientes, para luego suministrar la información a la Justicia quien determinará si el  condenado asimiló normas de conductas ciudadanas, que le permitan volver a conducir, una vez terminado con el programa. 

Gandolfo aseguró además que estos trabajos comunitarios se realizarán, previa charla con los familiares de la víctima, que en muchos casos pasan a ser parte de Aciverjus, y de participar en las vigilias que hace la asociación todos los 19 de cada mes frente a Tribunales, y tal vez suceda que tengan que convivir en las campañas de prevención vial junto a la persona que mató a su familiar.  

No obstante, el objetivo de este proyecto es resocializar a las personas procesadas, al generar un espacio de reflexión y estar en contacto con familiares de víctimas que desde el 2005 hicieron del dolor de la pérdida de un familiar, un espacio para generar un cambio cultural entre los conductores, al tomar conciencia sobre la enorme responsabilidad que es estar frente a un volante en la calle.  

La Ley de Probation para la suspensión de juicio a prueba, contribuye a una respuesta más humana en la justicia penal, ya que tiende a evitar las consecuencias negativas del encarcelamiento, como así también desde un punto de vista práctico impedir que llegue la sentencia en procesos de poca importancia en política criminal ahorrando recursos materiales y humanos, con la gran ventaja que se producen importantes reducciones de costos al Estado.

El elemento esencial de La Probation es como método de reeducación del delincuente: un plan de conducta en libertad adaptando la respuesta del derecho penal a las circunstancias que rodean al hecho, las condiciones personales del imputado y a la posibilidad que brinde la comunidad o el sistema social.