Denuncian fumigaciones en una escuela rural de Pehuajó
Los agrotóxicos matan. Envenenan los campos y generan problemas de salud en la población afectada que casi siempre son irreversibles. Dos inspectores para controlar esta situación en toda la provincia suenan más a un mal chiste que a una gestión de gobierno.
Ayer, la Asociación Gremial del Magisterio de Entre Ríos (Agmer), seccional Gualeguaychú, denunció ante la Justicia y las autoridades de gobierno una nueva fumigación que afectó a la escuela rural número 42 “Paso a Paso” que está ubicada en la zona de Pehuajó.
En diálogo con EL ARGENTINO, el secretario general de Agmer Gualeguaychú, Diego Sánchez, confirmó el hecho y narró que el lunes los docentes y alumnos de esa escuela debieron suspender las clases por las fumigaciones con agrotóxicos.
La directora del establecimiento, Roxana Benítez y la docente María Luz Imaz fueron quienes alertaron a las autoridades gremiales y desde ahí se movilizó a la Departamental de Escuelas, que acompañó toda la situación.
“La fumigación se realizó a través de esos aparatos conocidos como mosquitos y las maestras sufrieron irritación en los ojos y en las vías respiratorias”, describió Sánchez.
“La fumigación se produjo pasado el mediodía del lunes y esa comunidad educativa se comunicó de inmediato con la Supervisora Alicia Zapata, quien dispuso el desalojo de la escuela”, explicó Sánchez para dar cuenta que Educación está desbordada con esta situación. “Desde el área de Educación podemos denunciar y contener, pero son las autoridades provinciales quienes deben prevenir estos hechos”, advirtió el gremialista.
“Se violaron todos los protocolos de actuación en esta materia”, denunció Sánchez. Es que el aplicador de los agrotóxicos no avisó con 48 horas de anticipación que va a fumigar, tampoco contaba con la receta agronómica correspondiente y al momento de aplicar estos venenos tampoco estaba un profesional como exige la normativa vigente”, explicó Sánchez para dar cuenta de la impunidad con la que los productores agropecuarios muchas veces se manejan, sabiendo que hay dos inspectores para toda la provincia. Por eso el Ministerio de la Producción de la provincia es el gran responsable porque no controla como corresponde y generalmente estos hechos quedan en la más absoluta impunidad.
Eso no es todo. El lunes debieron suspender las clases por sentirse afectados a la salud. Ayer tampoco tuvieron clases en esa escuela, porque un día antes otro vecino avisó (con 24 horas y no con 48 horas como debe ser) que iba a fumigar.
Sánchez también valoró y reconoció la actuación de la Dirección de Ambiente de la Municipalidad de Gualeguaychú, que si bien no es autoridad competente porque este hecho ocurrió fuera del ejido de la ciudad, se pusieron a disposición de la comunidad educativa afectada.
Desde Agmer también denunciaron que no es la primera vez que ocurre una situación como la descripta y llamaron a tomar conciencia de que estas actitudes pueden generar enfermedades irreversibles en la salud humana como cáncer. “No es posible que sigan fumigando sin importarles el semejante”, lamentó Sánchez.
En diálogo con EL ARGENTINO, el secretario general de Agmer Gualeguaychú, Diego Sánchez, confirmó el hecho y narró que el lunes los docentes y alumnos de esa escuela debieron suspender las clases por las fumigaciones con agrotóxicos.
La directora del establecimiento, Roxana Benítez y la docente María Luz Imaz fueron quienes alertaron a las autoridades gremiales y desde ahí se movilizó a la Departamental de Escuelas, que acompañó toda la situación.
“La fumigación se realizó a través de esos aparatos conocidos como mosquitos y las maestras sufrieron irritación en los ojos y en las vías respiratorias”, describió Sánchez.
“La fumigación se produjo pasado el mediodía del lunes y esa comunidad educativa se comunicó de inmediato con la Supervisora Alicia Zapata, quien dispuso el desalojo de la escuela”, explicó Sánchez para dar cuenta que Educación está desbordada con esta situación. “Desde el área de Educación podemos denunciar y contener, pero son las autoridades provinciales quienes deben prevenir estos hechos”, advirtió el gremialista.
“Se violaron todos los protocolos de actuación en esta materia”, denunció Sánchez. Es que el aplicador de los agrotóxicos no avisó con 48 horas de anticipación que va a fumigar, tampoco contaba con la receta agronómica correspondiente y al momento de aplicar estos venenos tampoco estaba un profesional como exige la normativa vigente”, explicó Sánchez para dar cuenta de la impunidad con la que los productores agropecuarios muchas veces se manejan, sabiendo que hay dos inspectores para toda la provincia. Por eso el Ministerio de la Producción de la provincia es el gran responsable porque no controla como corresponde y generalmente estos hechos quedan en la más absoluta impunidad.
Eso no es todo. El lunes debieron suspender las clases por sentirse afectados a la salud. Ayer tampoco tuvieron clases en esa escuela, porque un día antes otro vecino avisó (con 24 horas y no con 48 horas como debe ser) que iba a fumigar.
Sánchez también valoró y reconoció la actuación de la Dirección de Ambiente de la Municipalidad de Gualeguaychú, que si bien no es autoridad competente porque este hecho ocurrió fuera del ejido de la ciudad, se pusieron a disposición de la comunidad educativa afectada.
Desde Agmer también denunciaron que no es la primera vez que ocurre una situación como la descripta y llamaron a tomar conciencia de que estas actitudes pueden generar enfermedades irreversibles en la salud humana como cáncer. “No es posible que sigan fumigando sin importarles el semejante”, lamentó Sánchez.
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