Monsanto estaría por tomar control del INTA
Por Fundavida EL ARGENTINO
Noticias de estos días han mencionado que el PRO considera poner a María Beatriz Giraudo al frente del INTA –Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria.
Giraudo es la actual presidenta de AAPRESID -Asociación Argentina de Productores en
Siembra Directa- que es el sistema productivo impuesto por las empresas que desarrollaron el sistema de agricultura industrial basado en el uso de agrotóxicos.
De ocurrir, sería poner en manos de la multinacional el control de un organismo público que el año pasado tuvo un presupuesto anual de 3.302 millones de pesos, una planta 7.800 profesionales y técnicos, con un estratégico desarrollo territorial en todo el país.
Ingeniera Agrónoma egresada de la Universidad Nacional de Rosario, la misma que en los ambientes científicos nacionales es considerada una especie de ‘fuerza de choque’ de Monsanto, la multinacional que instaló el modelo soja transgénica más glifosato de la mano de la siembra directa.
Esta íntima relación entre el interés empresario privado y esta Universidad Nacional
sostenida con fondos públicos ha sido duramente cuestionada por la sociedad, entre otros momentos en ocasión de la donación de un laboratorio y un equipamiento por unos 300 mil dólares que efectuó años atrás la multinacional a esta casa de estudios. En esa ocasión las autoridades de la facultad aclararon que "el laboratorio de biotecnología lo construimos pidiendo la colaboración de empresas como Monsanto, Pioneer y Syngenta.
Monsanto forma sus cuadros aquí: Son ingenieros agrónomos a los que les brinda la capacitación de posgrado y Monsanto valora esa capacitación que brindamos".
Giraudo se ha caracterizado por ser una militante incondicional de estos intereses:…
“Sabemos cuál es el camino correcto, que es el uso responsable de la aplicación de fitosanitarios y de toda la tecnología agrícola”. Música para el oído de estas nefastas empresas que han propiciado que a sus venenos se los llame ‘fitosanitarios’ imponiendo una denominación que en sí misma proclama el espíritu de engaño con que se manejan dado que sus tóxicos nada tienen de ‘fito’ y mucho menos de ‘sanitarios’.
La presidenta de Aapresid no se anda con chicas:… “Capítulo aparte constituye la creciente demonización del glifosato, los Organismos Genéticamente Modificados y otras tecnologías. Estas acusaciones ya no sólo pertenecen a la órbita de la biotecnología”.
Incluso recientemente, envalentonada por su mención como aspirante a la presidencia del INTA desafió:…”La mejor decisión es impulsar el debate de ideas bajo la exigencia no negociable de que sea con argumentación científica. Es una irresponsabilidad tomar decisiones sin base en la ciencia”.
Como si la ciencia estuviera de lado de estos intereses cuando todos sabemos que
investigaciones de la UBA –Laboratorio de Biología Molecular- e incluso investigadores de nuestra Facultad de Bromatología (Liliana Lound) y centenas de centros científicos de excelencia internacional han demostrado que estos productos son cancerígenos y disruptores endócrinos entre otras calamidades.
De confirmarse esta noticia, el nombramiento de Giraudo, sería una catástrofe científica,
económica y política de magnitud inconmensurable para nuestro país.
Giraudo es la actual presidenta de AAPRESID -Asociación Argentina de Productores en
Siembra Directa- que es el sistema productivo impuesto por las empresas que desarrollaron el sistema de agricultura industrial basado en el uso de agrotóxicos.
De ocurrir, sería poner en manos de la multinacional el control de un organismo público que el año pasado tuvo un presupuesto anual de 3.302 millones de pesos, una planta 7.800 profesionales y técnicos, con un estratégico desarrollo territorial en todo el país.
Ingeniera Agrónoma egresada de la Universidad Nacional de Rosario, la misma que en los ambientes científicos nacionales es considerada una especie de ‘fuerza de choque’ de Monsanto, la multinacional que instaló el modelo soja transgénica más glifosato de la mano de la siembra directa.
Esta íntima relación entre el interés empresario privado y esta Universidad Nacional
sostenida con fondos públicos ha sido duramente cuestionada por la sociedad, entre otros momentos en ocasión de la donación de un laboratorio y un equipamiento por unos 300 mil dólares que efectuó años atrás la multinacional a esta casa de estudios. En esa ocasión las autoridades de la facultad aclararon que "el laboratorio de biotecnología lo construimos pidiendo la colaboración de empresas como Monsanto, Pioneer y Syngenta.
Monsanto forma sus cuadros aquí: Son ingenieros agrónomos a los que les brinda la capacitación de posgrado y Monsanto valora esa capacitación que brindamos".
Giraudo se ha caracterizado por ser una militante incondicional de estos intereses:…
“Sabemos cuál es el camino correcto, que es el uso responsable de la aplicación de fitosanitarios y de toda la tecnología agrícola”. Música para el oído de estas nefastas empresas que han propiciado que a sus venenos se los llame ‘fitosanitarios’ imponiendo una denominación que en sí misma proclama el espíritu de engaño con que se manejan dado que sus tóxicos nada tienen de ‘fito’ y mucho menos de ‘sanitarios’.
La presidenta de Aapresid no se anda con chicas:… “Capítulo aparte constituye la creciente demonización del glifosato, los Organismos Genéticamente Modificados y otras tecnologías. Estas acusaciones ya no sólo pertenecen a la órbita de la biotecnología”.
Incluso recientemente, envalentonada por su mención como aspirante a la presidencia del INTA desafió:…”La mejor decisión es impulsar el debate de ideas bajo la exigencia no negociable de que sea con argumentación científica. Es una irresponsabilidad tomar decisiones sin base en la ciencia”.
Como si la ciencia estuviera de lado de estos intereses cuando todos sabemos que
investigaciones de la UBA –Laboratorio de Biología Molecular- e incluso investigadores de nuestra Facultad de Bromatología (Liliana Lound) y centenas de centros científicos de excelencia internacional han demostrado que estos productos son cancerígenos y disruptores endócrinos entre otras calamidades.
De confirmarse esta noticia, el nombramiento de Giraudo, sería una catástrofe científica,
económica y política de magnitud inconmensurable para nuestro país.
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