Secciones
Diario El Argentino
Secciones
Diario El Argentinoviernes 26 de abril de 2024
Información General

Catequesis del Papa: “Los ídolos defraudan siempre, la esperanza no defrauda jamás”

Catequesis del Papa: “Los ídolos defraudan siempre, la esperanza no defrauda jamás”

 “Si ponemos la esperanza en los ídolos, se termina siendo como ellos: imágenes vacías con manos que no tocan, pies que no caminan, bocas que no pueden hablar. 


No se tiene nada más que decir, se es incapaz de ayudar, cambiar las cosas, incapaces de sonreír, donarse, incapaces de amar”, con estas palabras el Papa Francisco explicó en la Audiencia General del segundo miércoles de enero, el significado de la esperanza cristiana en contraposición de los ídolos.
Continuando su ciclo de catequesis sobre “la esperanza cristiana”, el Obispo de Roma comentó el Salmo 115, y dijo que es “un Salmo lleno de sabiduría que nos describe de modo muy sugestivo la falsedad de los ídolos que el mundo ofrece a nuestra esperanza y a la cual los hombres de todo tiempo son tentados a encomendarse”.
La verdadera esperanza cristiana -señaló el Papa- “nos hace entrar, por así decir, en el rayo de acción de Dios, de su recuerdo, de su memoria que nos bendice y nos salva. Y entonces puede surgir el aleluya, la alabanza al Dios vivo y verdadero, que por nosotros ha nacido de María, ha muerto en la cruz y ha resucitado en la gloria”.
El salmista nos presenta, incluso de modo un poco irónico, la realidad absolutamente efímera de estos ídolos. Y debemos entender que no se trata solo de representaciones hechas de metal o de otro material, sino también de aquellas construidas con nuestra mente, cuando confiamos en realidades limitadas que transformamos en absolutas, o cuando reducimos a Dios a nuestros esquemas y a nuestras ideas de divinidad; un dios que se nos asemeja, comprensible, predecible, justamente como los ídolos del cual habla el Salmo. El hombre, imagen de Dios, se fabrica un dios a su propia imagen, y es incluso una imagen mal hecha: no escucha, no actúa, y sobre todo no puede hablar. Pero, nosotros estamos más contentos de ir en los ídolos que ir al Señor. Estamos muchas veces más contentos de las efímeras esperanzas que te da esto que es falso, este ídolo, que la gran esperanza segura que nos da el Señor.
El mensaje del Salmo es muy claro: si se pone la esperanza en los ídolos, se termina siendo como ellos: imágenes vacías con manos que no tocan, pies que no caminan, bocas que no pueden hablar. No se tiene nada más que decir, se es incapaz de ayudar, cambiar las cosas, incapaces de sonreír, donarse, incapaces de amar. Y también nosotros, hombres de Iglesia, corremos este riesgo cuando nos “mundanizamos”.

Este contenido no está abierto a comentarios