Inundaciones: afirman que “es grosero” no tratar la causa
Tras la ampliación por cuarta vez de los plazos de la emergencia hídrica, vial, sanitaria y social, declarada en Entre Ríos, el ex presidente de la Sociedad Rural Islas del Ibicuy Armando Cadoppi, afirmó que el gobierno “sigue ocultando la voluntad de tratar la problemática hídrica, productiva y ambiental en la provincia con esta nueva extensión, ya que sólo se limita a extender el plazo pero no a dar el de
Es muy grosero que sigan sin tratar la problemática de fondo y exponiendo a todos los entrerrianos a las consecuencias actuales”.
Cadoppi se refirió a la ampliación los plazos de la emergencia hídrica, vial, sanitaria y social declarada por el gobierno, en la totalidad del territorio provincia.
En diálogo con AIM, el ruralista recordó que “desde hace 10 años, venimos advirtiendo sobre la falta de controles y las obras clandestinas e inescrupulosas, como el dragado del arroyo Sagastume frente al barrio náutico o el acceso a Ibicuy, que ya está afectando gravemente a otras comunidades”.
# De mal en peor
El Delta está en franca decadencia social y ambiental y la población isleña, en franco retroceso. “Este registro es la muestra más cabal que el modelo y las políticas implementadas para el humedal en los últimos 12 años han llevado al colapso y están generando el desarraigo más difícil de revertir: el del isleño… Definitivamente, ¡el modelo falló!”, denunció Cadoppi.
Para el profesional, ningún funcionario y político necesitaría otro argumento para aceptar que el Delta necesita cambiar el rumbo en 180 grados.
Además, Cadoppi explicó “a esta altura de la humanidad y de crecimiento demográfico, la población decrece sólo en países en guerra. Hasta en los Estados que sufren terremotos o tsunamis la población vuelve a radicarse. La triste diferencia es que en el Delta del Paraná teníamos todas las condiciones ambientales para que las poblaciones se desarrollaran y lo poblaran. Pero, ¿qué pasó?”.
Argumentó que ese desploblamiento del Delta puede ser consecuencia de los 5.000 kilómetros de diques y caminos realizados sin un plan estratégico, sin los correspondientes estudios de impacto ambiental, sin la debida regulación del Estado y con la complicidad de los anteriores gobiernos nacional y provincial.
También, a la falta de políticas que promuevan y garanticen la viabilidad económica a todas aquellas producciones que se podrían desarrollar más sustentablemente con el humedal: como la apicultura, la forestación, el turismo, la ganadería, la producción de nueces pecán y la pesca. “Podríamos hacer, todos juntos, un vergel del Delta, pero lamentablemente, la continuidad de políticas erróneas lo condenan a desaparecer”.
*La emergencia se encuentra en vigencia desde el 21 de diciembre de 2015, cuando Bordet la declaró mediante el decreto 338, “en razón de las extraordinarias precipitaciones pluviales y la consecuente crecida de los ríos”.
Cadoppi se refirió a la ampliación los plazos de la emergencia hídrica, vial, sanitaria y social declarada por el gobierno, en la totalidad del territorio provincia.
En diálogo con AIM, el ruralista recordó que “desde hace 10 años, venimos advirtiendo sobre la falta de controles y las obras clandestinas e inescrupulosas, como el dragado del arroyo Sagastume frente al barrio náutico o el acceso a Ibicuy, que ya está afectando gravemente a otras comunidades”.
# De mal en peor
El Delta está en franca decadencia social y ambiental y la población isleña, en franco retroceso. “Este registro es la muestra más cabal que el modelo y las políticas implementadas para el humedal en los últimos 12 años han llevado al colapso y están generando el desarraigo más difícil de revertir: el del isleño… Definitivamente, ¡el modelo falló!”, denunció Cadoppi.
Para el profesional, ningún funcionario y político necesitaría otro argumento para aceptar que el Delta necesita cambiar el rumbo en 180 grados.
Además, Cadoppi explicó “a esta altura de la humanidad y de crecimiento demográfico, la población decrece sólo en países en guerra. Hasta en los Estados que sufren terremotos o tsunamis la población vuelve a radicarse. La triste diferencia es que en el Delta del Paraná teníamos todas las condiciones ambientales para que las poblaciones se desarrollaran y lo poblaran. Pero, ¿qué pasó?”.
Argumentó que ese desploblamiento del Delta puede ser consecuencia de los 5.000 kilómetros de diques y caminos realizados sin un plan estratégico, sin los correspondientes estudios de impacto ambiental, sin la debida regulación del Estado y con la complicidad de los anteriores gobiernos nacional y provincial.
También, a la falta de políticas que promuevan y garanticen la viabilidad económica a todas aquellas producciones que se podrían desarrollar más sustentablemente con el humedal: como la apicultura, la forestación, el turismo, la ganadería, la producción de nueces pecán y la pesca. “Podríamos hacer, todos juntos, un vergel del Delta, pero lamentablemente, la continuidad de políticas erróneas lo condenan a desaparecer”.
EN FOCO
*El gobierno amplió por cuarta vez los plazos de la emergencia hídrica, vial, sanitaria y social declarada en la totalidad del territorio provincia, que caducó el 19 de febrero. El decreto 145/17 la extendió por tres meses, hasta el 19 de mayo.*La emergencia se encuentra en vigencia desde el 21 de diciembre de 2015, cuando Bordet la declaró mediante el decreto 338, “en razón de las extraordinarias precipitaciones pluviales y la consecuente crecida de los ríos”.
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