Gualeguaychú levantó el corte y ahora el compromiso es de los Estados
La Asamblea resolvió anoche flexibilizar la protesta en la ruta 136, liberando desde el sábado próximo a las 13, el paso que une Gualeguaychú con Fray Bentos. Fue luego de una larga reunión, de un intenso debate y tras una reñida votación.
Luego de tres años y medio, los ciudadanos de Fray Bentos podrán pasar a Gualeguaychú por el puente Internacional General San Martín. Queda atrás el corte de ruta ciudadano más largo en la historia de la humanidad.
A veces un instante puede sintetizar la historia de un pueblo. La asamblea ampliada de ayer en el Club Frigorífico fue una expresión de ese momento. El pueblo fue testigo de una votación muy reñida entre quienes deseaban flexibilizar el corte y colocarse al costado de la ruta y aquellos que entienden que Arroyo Verde es el método más adecuado en la lucha contra la contaminación y la ilegalidad de una planta colonialista.
En definitiva, fueron 402 votos hacia la primera postura y 315 hacia la segunda, lo que habilita a los asambleístas a levantar la barrera el sábado 19 a las 13.
A partir de allí, y con la materialización del nuevo gesto de los asambleístas se abre una nueva etapa en las negociaciones para controlar y vigilar a la pastera.
Sin dudas, también debe haber ayudado el gesto que del otro lado del río acercó el presidente José Mujica, quien accedió a abrir una puerta al sugerir que permitiría que los controles a la ilegal Botnia se realicen dentro de la planta y en forma conjunta, a través de la Comisión Administradora del Río Uruguay (CARU).
Las cartas están echadas. La ciudadanía de Gualeguaychú está convencida de que Botnia contamina. Las autoridades argentinas también, tal como quedó plasmado días atrás en la voz del ministro de Justicia, Julio Alak, quien había pedido levantar el corte y se comprometió a que si Botnia contamina, pedirán su clausura.
Los gobiernos nacionales -en ambas orillas- adeudan explicaciones a sus pueblos. Los ejemplos son muchos, pero que alcance con ilustrar que en ambos Parlamentos se votó una ley para proteger las inversiones de Finlandia en la que se sostiene en su última oración que en caso de divergencia prevalecerá el texto en inglés.
Los cipayos son definidos como aquellos que hijos de una Patria que se muestran serviles a los intereses de otra Nación, aún en contra de su propio pueblo.
Es hora de que los políticos dejen de comportarse como gerentes de las multinacionales y asuman el rol protagónico para el que fueron designados:?defender el interés general de la población.
Gualeguaychú volvió a dar otro paso sin dobles discursos en defensa de la vida.
Un pueblo se volvió a plantar contra la contaminación y ahora hay que confiar en la enseñanza que dice:?de la Historia también se aprende.
La pelota volvió al campo político y es de esperar que se le ponga fin a la querella impulsada contra un puñado de ciudadanos por parte del gobierno nacional y a una situación no deseada por dos pueblos históricamente hermanados.
Pero esa oportunidad no es un cheque en blanco: son 60 días –que ya comenzaron a descontarse- a partir del encuentro que mantuvieron los presidentes Cristina Kirchner y José Mujica el 2 de junio en la estancia de Anchorena. Los Estados tienen ahora–y tal como lo pidieron- allanado el camino para administrar el fallo de La Haya y para demostrar que las Repúblicas no están de rodillas ante poderes transnacionales.
Se trata de una tregua y de una nueva oportunidad: esta vez para que los políticos no sigan divorciados de su pueblo.
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