Los ambientalistas pedirán participar del control a la ilegal planta de Botnia
Faltan horas para que tenga lugar uno de los encuentros cruciales en el conflicto iniciado por la instalación y el funcionamiento de una empresa colonialista en el río Uruguay. El canciller Héctor Timerman recibirá mañana a miembros de la Asamblea Ciudadana Ambiental de Gualeguaychú en el Palacio San Martín y, en ese marco, le pedirán que de algún modo los integre al control ambiental que por estos días negocia con el Uru
Las dos partes saben que no hay tiempo que perder, por ello los asambleístas serán contundentes. “Queremos una persona que no necesariamente sea asambleísta, pero que pueda ejercer la representación de la Asamblea”, expresó a EL ARGENTINO el abogado Luis Leissa, quien adelantó que ese ciudadano debe ser un técnico o un profesional “de nuestra absoluta confianza”.
A su vez, deseó que los resultados de la vigilancia se den a conocer públicamente, “preservando para que no ocurra lo que pasó en La Haya respecto del amparo de confidencialidad que hace que carezcamos de información sobre las pruebas de contaminación”.
"Si del control participa la CARU (Comisión Administradora del Río Uruguay), que es el órgano que corresponde, queremos que junto con ella se integre a personas que representen a la Asamblea", explicó, en referencia al estudio ambiental que por estas horas Timerman analiza con Uruguay sobre el río y el interior de la planta.
El letrado aseguró que tienen "expectativas" sobre la reunión de mañana con el titular de la diplomacia nacional, y señaló que además del pedido de participar en el seguimiento de la ex Botnia le presentarán otra lista de reclamos.
En esa nómina existe un pedido para que la consejera legal de la Cancillería, Susana Ruiz Cerrutti, y el equipo técnico del Ministerio vengan a Gualeguaychú "para dar un informe a los vecinos" sobre la situación actual del conflicto y el control ambiental. Esto serviría para ratificar las emanaciones contaminantes de Botnia.
También le pedirán a Timerman que "todo el proceso (de seguimiento) se haga con mucha publicidad, en base al derecho a la información que tiene la ley ambiental".
"Queremos que exista un control directo y online, para que todos puedan conocer las novedades", subrayó Leissa, y aseguró que esperan que se "difundan públicamente todas las pruebas que Argentina presentó ante La Haya", entre ellas, los informes ambientales que elaboraron las universidades de La Plata y Buenos Aires (UBA).
Según dijo, a la reunión con Timerman asistirán "con la expectativa de ver cómo sigue este camino y si ratifica el Gobierno su apoyo".
El abogado de los ambientalistas detalló, además, que durante la entrevista "pedirán informes respecto de lo que se está negociando" con Uruguay, y dejarán en claro "una serie de puntos que son importantes para la Asamblea" a la hora de "determinar la contaminación de Botnia".
"Vamos a proponer acciones concretas y de control del agua, aire y tierra", agregó Leissa, respecto del encuentro al que también asistirán Martín Alazard, Osvaldo Fernández, Juan Veronesi, Cristina y Víctor Limba, entre otros asambleístas, además del gobernador Sergio Urribarri y el intendente Juan José Bahillo.
En esa instancia, los ambientalistas ratificarán su intención de que el control sea "binacional", sin la participación de otros países de la región, tal como había deslizado el presidente oriental, José "Pepe" Mujica, y otros actores. Es que el tiempo de la tregua avanza rápidamente y los asambleístas entienden que ya comenzó la acumulación de la contaminación de la ilegal Botnia. Ellos quieren una solución a un conflicto que lleva más de siete años y un control interno de la pastera, pero no para allanar el camino a sus emisiones sino para tratar de constatar la contaminación que arroja una de las industrias más sucias del mundo.
Sin embargo, la planta no deja de ser una oportunidad de negocios para decenas de empresas en la Argentina y el Uruguay, por ello, la Asamblea Ciudadana quiere estar representada para evitar que el monitoreo se convierta en la luz verde para Botnia.
En este contexto, pretenden que Uruguay admita que autorizó la planta violando el Estatuto del Río Uruguay para que permita el ingreso irrestricto al enclave, entendido éste como un territorio dentro de otro, pero con unidades políticas, sociales, económicas y culturales diferentes. Botnia representa un enclave, y nada tiene que hacer en el río que históricamente hermanó a dos pueblos.
Uruguay ya tiene su contrapropuesta
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Uruguay ya cuenta con la contrapropuesta para la vigilancia conjunta para el río Uruguay que el canciller Luis Almagro llevará personalmente a su par Héctor Timerman en Buenos Aires.
Más allá de que la propuesta se mantiene en reserva, los gobiernos han dejado entrever algunas puntas del plan de vigilancia. En primer lugar, que se realizará en la planta y en toda la extensión del río, en la franja compartida entre las dos naciones. En segundo término, y parece que hay coincidencia uruguaya, la idea es que el control tenga bases científicas con participación académica.
La “innovadora” propuesta de Héctor Timerman también contempló la creación de una universidad binacional de medioambiente. Desde el otro lado del charco, adelantaron que en la contrapropuesta no habrá modificaciones sustanciales, aunque añadirían la impulsión de un centro regional de monitoreo
El encuentro de cancilleres se producirá 24 horas después de la reunión que mantendrán los ambientalistas con Timerman, el gobernador Sergio Urribarri y el intendente Juan José Bahillo.
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