Cloacas para los barrios
Si hay algo que caracterizó a todas los intendentes que tuvo nuestra ciudad, desde la reanudación de la democracia en 1983, fue su preocupación en menor o mayor medida, para dotar a los vecinos de agua y cloaca.
A lo largo de los años, se logró extender la red de cloacas en los cuatro puntos cardinales de la ciudad, y se sancionó una ordenanza que impide hacer loteos dentro de la zona urbanizada, sin antes contar con factibilidad de servicios básicos.
Como resultado de estas políticas, hoy nuestra ciudad cuenta con el 80 por ciento de su casco urbano con cloacas y agua, o con posibilidades de conectarse a estas. Durante la administración Irigoyen se construyó la laguna sanitaria, que evitó el volcado de los destritos hacia al río y el colector cloacal sur.
En los tres años que lleva la administración Bahillo, más de mil familias, lograron acceder a este servicio, beneficiando a conglomerados enteros como es el caso del barrio Jardín, donde 70 familias pudieron acceder al agua y las cloacas.
Para los próximos dos años unas 600 familias más podrán conectarse a la red y se espera la construcción del colector cloacal noroeste por más de 30 millones de pesos.
La gran deuda pendiente que aún tiene Gualeguaychú es definir y ordenar el crecimiento de su casco urbano, una política en donde todos los sectores de la comunidad, y en especial aquellas personas que en las próximas elecciones aspiren a gobernar esta ciudad, tengan una fuerte participación en definir la política de crecimiento urbano para este siglo.
Como resultado de estas políticas, hoy nuestra ciudad cuenta con el 80 por ciento de su casco urbano con cloacas y agua, o con posibilidades de conectarse a estas. Durante la administración Irigoyen se construyó la laguna sanitaria, que evitó el volcado de los destritos hacia al río y el colector cloacal sur.
En los tres años que lleva la administración Bahillo, más de mil familias, lograron acceder a este servicio, beneficiando a conglomerados enteros como es el caso del barrio Jardín, donde 70 familias pudieron acceder al agua y las cloacas.
Para los próximos dos años unas 600 familias más podrán conectarse a la red y se espera la construcción del colector cloacal noroeste por más de 30 millones de pesos.
La gran deuda pendiente que aún tiene Gualeguaychú es definir y ordenar el crecimiento de su casco urbano, una política en donde todos los sectores de la comunidad, y en especial aquellas personas que en las próximas elecciones aspiren a gobernar esta ciudad, tengan una fuerte participación en definir la política de crecimiento urbano para este siglo.
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