Lozano expresó que son remotas sus posibilidades de ser titular del CEA
El obispo de Gualeguaychú, monseñor Jorge Eduardo Lozano, reconoció que todos los miembros de la Conferencia Episcopal Argentina están en condiciones de suceder a su actual presidente, el cardenal Jorge Bergoglio, arzobispo de Buenos Aires; pero al mismo tiempo aclaró que sus posibilidades son muy remotas.
En diálogo con EL ARGENTINO, Lozano explicó que en general “se eligen arzobispos, no obispos”.
El actual presidente del Episcopado, deberá dar un paso al costado al superar la edad límite, los 75 años, y al haber consumido sus dos mandatos en ese cargo. Entre los obispos con más posibilidades de sucederlo, surgió el nombre de Jorge Lozano, y alguien que está en las antípodas, Héctor Aguer, actual arzobispo de La Plata. En la pulseada también surgió con muchas chances el arzobispo de Santa Fe, José María Arancedo, que además es el actual vicepresidente. La otra cuestión que explicó es que ser presidente de la Conferencia Episcopal Argentina no implica ser trasladado de la diócesis original.
Lozano indicó que “en noviembre hay elecciones en la Conferencia Episcopal, y se renuevan todos los cargos, y según los estatutos, las posibilidades de ser elegidos las tenemos todos” e inmediatamente aclaró: “Pero de ahí a que yo sea electo las posibilidades son muy remotas, mejor dicho, remotísimas”. Paso seguido, el obispo de Gualeguaychú explicó que por lo general se eligen arzobispos, no obispos. Y puso como ejemplo los últimos presidentes de la Conferencia Episcopal Argentina, que fueron Raúl Francisco Primatesta, Juan Carlos Aramburu, Antonio Quarracino, Estanislao Esteban Karlic y Eduardo Mirás. Todos han sido arzobispos.
En ese marco, Lozano explicó que de aquí a noviembre, se hará una consulta a cada obispo para conocer su predisposición para ocupar alguna de las comisiones de trabajo y reflexión que caracterizan a ese cuerpo colegiado. “Por ejemplo, yo estoy trabajando en la Comisión de Pastoral Social, y es muy probable que pida seguir allí”, explicó.
El obispo de Gualeguaychú tiene sobrados antecedentes en esa materia: ocupó el área de Pastoral Social de la Conferencia Episcopal Latinoamericana (Celam). Y es un hombre de buena cintura política, con buena aceptación dentro de sus pares. En octubre próximo viajará a Roma en representación de la Iglesia de Argentina para tomar parte de un sínodo sobre evangelización.
El actual presidente del Episcopado, deberá dar un paso al costado al superar la edad límite, los 75 años, y al haber consumido sus dos mandatos en ese cargo. Entre los obispos con más posibilidades de sucederlo, surgió el nombre de Jorge Lozano, y alguien que está en las antípodas, Héctor Aguer, actual arzobispo de La Plata. En la pulseada también surgió con muchas chances el arzobispo de Santa Fe, José María Arancedo, que además es el actual vicepresidente. La otra cuestión que explicó es que ser presidente de la Conferencia Episcopal Argentina no implica ser trasladado de la diócesis original.
Lozano indicó que “en noviembre hay elecciones en la Conferencia Episcopal, y se renuevan todos los cargos, y según los estatutos, las posibilidades de ser elegidos las tenemos todos” e inmediatamente aclaró: “Pero de ahí a que yo sea electo las posibilidades son muy remotas, mejor dicho, remotísimas”. Paso seguido, el obispo de Gualeguaychú explicó que por lo general se eligen arzobispos, no obispos. Y puso como ejemplo los últimos presidentes de la Conferencia Episcopal Argentina, que fueron Raúl Francisco Primatesta, Juan Carlos Aramburu, Antonio Quarracino, Estanislao Esteban Karlic y Eduardo Mirás. Todos han sido arzobispos.
En ese marco, Lozano explicó que de aquí a noviembre, se hará una consulta a cada obispo para conocer su predisposición para ocupar alguna de las comisiones de trabajo y reflexión que caracterizan a ese cuerpo colegiado. “Por ejemplo, yo estoy trabajando en la Comisión de Pastoral Social, y es muy probable que pida seguir allí”, explicó.
El obispo de Gualeguaychú tiene sobrados antecedentes en esa materia: ocupó el área de Pastoral Social de la Conferencia Episcopal Latinoamericana (Celam). Y es un hombre de buena cintura política, con buena aceptación dentro de sus pares. En octubre próximo viajará a Roma en representación de la Iglesia de Argentina para tomar parte de un sínodo sobre evangelización.
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